lunes, 24 de enero de 2022

Huracanes

Sacude el mar las olas
estrellándolas contra la ensenada
mientras en el cielo se acumulan nubes
anunciando una borrasca.
Sopla el viento como guerrero
con sus armas afiladas
mientras ruego que mi humilde casa
resista la tormenta.
Cuántos vendavales ya hemos pasado
que no provenían de los cielos,
ni tampoco de los mares,
que dolían en el alma
porque era allí donde atacaban.
Cuánta confianza desperdiciada,
cuánta fe corrompida
y se siguió estirando la mano
a quien se creía necesitado.
Y por ello, entrego todo en tu abrazo
porque eres el sol que me irradia,
los cimientos de esta casa
y el sostén de la esperanza
que todo irá mejor a partir de tu sonrisa.
Porque con ella riegas la vida,
ahuyentas mis nubarrones
y con una simple caricia
conviertes huracanes en primaveras.
Qué triste sería si el amor no existiera.
Y por más que soplen los vientos,
y por más que enloquezcan los mares
con la fuerza de nuestro romance
siempre seremos vencedores.
Daniel Valdman