viernes, 8 de enero de 2016

Manos

Cómo disfruto
la paz de tu cariño
sintiendo que tu mano,
apoyada en mi mano,
me acompaña a seguir
por el mismo camino.
La misma mirada,
a veces cómplice,
a veces nostálgica,
me llena el espíritu
por tanto amor 
que me regalan.
Compartir un libro
en la tibia sala,
o salir de paseo
por bulliciosas avenidas,
o pararnos en la esquina
a comer un helado
son secuencias del tiempo,
que agradezco haber pasado
tras tantos años a tu lado
y siempre, 
cogidos de las manos.
Daniel Valdman