voy creando castillos
donde tu eres la reina
de todo mi imperio.
Ordenas a las cosas
que se acomoden a tu manera
para fabricar esa torta
que tanto te atormenta
buscando entre libros de recetas
tratando de encontrar la apropiada.
Mi colaboración te es ingrata
y me pides espacio en la cocina.
Los sartenes no te alcanzan,
las ollas al fuego vencidas
cargadas de mezclas y condimentos
tratando de hallar la más apropiada.
Me voy, mi ayuda no sirve de nada
y te dejo gobernar la hecatombe
que solo tu reconoces
mientras el futbol me aguarda.
Pasaron dos horas,
ya se acabó el partido
y con mucho sigilo
voy a ver el experimento.
La cocina aseada,
el horno prendido
y un aroma delicioso
que invade todos los sentidos
y me dices que ya está listo,
que esperemos a que se enfríe
para poder celebrarlo
el ponqué de cumpleaños
que con todo tu amor hiciste.
Y no hay regalo más hermoso
que tu beso y tu abrazo
diciéndome que más no aguardemos,
que probemos un bocado.
Daniel Valdman.
