viernes, 20 de mayo de 2022

Difícil

Era cuestión de tiempo,
no les quedaban municiones
ni vendas, ni gasas, ni oraciones
para mantenerse en combate.
Se entregaron con heridos y honores
y los más fuertes dolores
al haber sobrevivido
fueron no haberse quedado
hasta el último suspiro
o hasta la última gota de sangre.
Ninguno de ellos fue cobarde
aunque hoy sean prisioneros,
para nosotros que aún estamos
en las trincheras guarnecidos
es mejor saber que están vivos
y que ya no juegan con la muerte.
Queda camino por andar.
El enemigo no se ha ido
y no da ningún vestigio
del daño que le causamos.
A sus filas tropas siguen llegando
y no tenemos ningún refuerzo
y los pocos que estamos
es lo único que tenemos.
No se cuánto aguantaremos
pero tu amada mía
te quedarás en mi vida
aunque sea mi último pensamiento
porque nuestro amor aquí no termina
y se que será eterno.
Daniel Valdman.