viernes, 19 de junio de 2020

Vida

El placer de los cuerpos
ya ha pasado
y nos mantenemos abrazados
porque el sentimiento y el cansancio
nos hace seguir amándonos
desde lo más profundo de las almas.
Los músculos se relajan,
te recuestas en mi brazo
y necesitamos de ese abrazo
para entregar más 
de lo que nos hemos dado.
Y siento tu amor
invadiendo mi pecho
con tanto cariño,
con tanto anhelo
que quisiera abrir mi piel
para que te metas dentro.
Cuanto es lo que te amo,
cuanto es lo que te quiero
que mis ansias no desean
despertar este momento
cuando realmente
hacemos la vida.
Daniel Valdman