domingo, 3 de diciembre de 2023

Síndrome de Estocolmo

Estoy por ti
sometido a un secuestro
amarrado al lecho
por cadenas de amor y deseo,
sin recibir más alimento
que el dulzor de tus labios
estremeciéndome en cada beso.
No, no puedo liberarme,
pues las cadenas suenan a mi intento
y pronta estás al acecho
para volver a conquistarme.
Y yo, atrapado en este encierro,
sin angustias ni miedos,
me abandono a naufragar
por las caricias con que me castigas
dejándome marcas en la piel
y muchas más en el sentimiento
sin pretender más anhelo
que seguir a ti encadenado.
Daniel Valdman.