las hojas del calendario
y las raíces del recuerdo
atrapan los momentos
escondidos hace ya tiempos
mostrándome en su recorrido
que si, he vivido.
Me comí cada hora
de la existencia.
Arriesgué mi alma muchas veces;
fui intrépido y valiente
y no siempre
con buen resultado.
Pero a pesar de los errores,
se que he ganado
cuando me encuentro
entre tus brazos
sintiendo que te amo
y es el mejor regalo
que la misma vida,
la que me he comido,
me ha dado.