domingo, 22 de enero de 2017

Guerrero

Quizás no tenga la sangre de príncipe
ni las posesiones de magnate,
pero tengo las tormentas
a las que me enfrenté en la vida
y las cicatrices
que esas luchas me han dejado.
Tengo el poder en el convencimiento
de la experiencia que he ganado
que sin ser gloria, bien es sabiduría.
Y por ello, tengo el alma teñida
con todos los colores del firmamento
porque cada instante, cada suceso
me fue dejando su huella.
Y si digo que te amo
es con todo el espíritu y la conciencia
de saber lo que siento.
Daniel Valdman