en el preciso día
donde cambia la vida
en una hoja del calendario.
No sucede nada extraño,
no hay eclipses ni cometas.
Ni siquiera luna llena
que haga mirar a los cielos.
Sin embargo en el espacio
algo ha cambiado.
Otro aire se respira,
se llenan de luces las calles,
se visten de colores los parques
y las gentes caminan
para disfrutar el espectáculo.
También los rostros se iluminan
dibujando sinceras sonrisas
con deseos y confianza
de poder alcanzar los sueños.
Cada uno con su anhelo
que lo lleva bien guardado
deseando que se le cumpla
al caer la hoja del calendario.
Pero no sucede nada extraño,
no hay eclipse ni cometa.
Ni siquiera luna llena
que haga mirar a los cielos
aunque sea el único sitio
donde se alberga la esperanza.
Daniel Valdman
