es agradecerle a la vida
por tan sublime regalo.
Verte tranquila dormir
mientras contemplo la belleza de tu rostro,
sabiéndome dueño de tu sueño
y el guardián de tu reposo.
Ser el primero en verte
para augurarte un día pleno
dejándote descansar mas tiempo
para disfrutar ese momento
en que solo, estoy contigo,
sin palabras, en silencio,
acariciando con los ojos este regalo
que solo el cielo
me pudo haber dado.