si pusiste el alma en mis manos
que con arrullos y cuidados
trato de sanar sus heridas.
Cómo no sentir
el dolor que te acongoja
si soy parte de la lágrima
que de tus ojos rebosa.
Cómo no amarte
si tras esa sonrisa
haces mi alma trizas
de desespero por tus labios.
Y cómo negarme
a sentir tus caricias
si eres el aire
que mi vida respira.