miércoles, 25 de febrero de 2015

Bolero

En una sola baldosa
dos cuerpos se abrazan
sumidos en el torbellino
de la música cadenciosa.
Sutiles y suaves movimientos
crean la intensidad del clima,
haciendo latir al mismo tiempo
los corazones y sentimientos.
No quieren otro amor 
que el que hay entre los cuerpos,
con todas las fantasías y anhelos
que la música fabrica.
Y escapando ya a la disyuntiva,
entregan lo que tienen
en un eterno beso.

Daniel Valdman