sábado, 12 de diciembre de 2015

Lecho

No busco razones,
me alcanza tu sonrisa
para saber que el sentimiento
no necesita explicaciones.
La luz de tu mirada
ilumina el destino
de mi barca apresurada
que es llegar al nido
que crearon nuestras almas.
No tiene piso,
ni tampoco tiene ventanas.
Está sostenido entre sueños
de amores y esperanzas
decorado con jardines
de colores y de magia.
Con calor de leño seco,
con maceteros de albas
y las noches estrelladas
nos dan su mejor silencio.
Entre tus brazos hay vida
mientras mi sangre brama
y la sinrazón del cariño
logra que en tu mirada
exista este universo infinito
entre tus brazos, mi sangre 
y la almohada.
Daniel Valdman