jueves, 25 de febrero de 2016

Profundo

Y después de la pasión,
tras el silencio de las caricias
y del fuego en los besos,
vino la palabra,
que es otra caricia,
pero que desnuda el alma.
Fuimos amantes en la piel,
en la carne, en los huesos.
Pero después de ello,
nos amamos de verdad
entre miradas, sin silencios.
Y nos dijimos el sentimiento
aunque las frases no alcanzaban
porque era parte del acto
que nos llevó por amarnos tanto.
Y así te sentí mas mía,
como si lo fueras de toda la vida,
desde mucho antes del pasado.
Daniel Valdman