jueves, 30 de abril de 2015

Libre

Dejé que el alma entrase por tus ojos
para llenarte de sentimientos y pasiones.
Liberé las caricias que acumuladas
luchaban para tocarte.
Solté todo lo que llevaba
para no ser de ti el amante
sino, el ser etéreo, transparente
que te llene el espíritu de romance.

Y tras el primer beso, todo nuevo.
Desapareció la conciencia.
Cambió la mente por sensaciones
difíciles de contar en esta historia
pues el amor abarcó el ambiente
y ya no eramos dos cuerpos;
fuimos ángeles haciendo vida.
Daniel Valdman