en el abrazo
mientras la seda de tu piel
queda grabada en mis manos
surcando con cada caricia
la geografía de tu cuerpo.
Y mientras aspiro el aire que respiras
quiero llenarte de besos
de aquellos que no se olvidan
por más que pase el tiempo.
Instantes de locura,
de placer sin censura
porque en el amor,
no hay nada incorrecto.
Desprendidas las ropas
arrojadas por el suelo
afanando la entrega
a la intimidad más profunda
con sabor a desespero
por hacer carne el sentimiento
que bulle en la sangre
atropellando las almas.
Cuanto amor en el momento
de excitación, de angustia, de deseo
para entregar el alma y el cuerpo
desnudando las conciencias
como ángeles en el cielo.
Y es así como te amo,
con el corazón abierto.
Daniel Valdman
