Trinan las aves a la vida dándole la bienvenida a la esperanza del nuevo día. Y así comparto contigo en cada madrugada el concierto que a las almas las llena de maravillas entre caricias y sonrisas, entre besos y miradas y el amor intenso que se da sin palabras. Te amo y es hermoso cada mañana despertar contigo en mis brazos al descanso abandonada y oler el perfume de la mujer amada sabiendo que no fue un sueño el sentirte en mi cuerpo y sobre todo, en mi alma.
Y te amaré, con la fuerza que me impulsa la sangre y con todo el cariño que existe en mi alma. Te amaré despacio, con mucha calma para que goces de tu cuerpo y recibas el sentimiento que rebosa mi espíritu. Te amaré con caricias y detalles. Con flores y jardines, con canto de las aves. Te amaré con el susurro al decirte que te amo y con la sonrisa que se dibuje en tus labios. Te amaré por ser mujer que es lo mejor que se te ha dado para yo poderte amar como te amo.
Se entrelazan los cuerpos en abrazos de piernas y brazos. Los torsos se tocan deseando penetrarse el uno en el otro hasta sentir que las almas flotan entre ambos espíritus y ya no se es carne ni piel, solo sentimiento del más puro. Y las ansias no se satisfacen. Aún continúa el romance aunque las fuerzas ya nos hayan abandonado. Y en el descanso de la fatiga, continúan las caricias porque el sentimiento no se ha acabado. Y te amo y te deseo aunque estés a mi lado porque eres la mejor parte de mi vida.
Viajarás por el mundo, visitarás museos, entrarás a catedrales. Pero por más fronteras que pases, no te irás de mi recuerdo. Me llevarás donde vayas pues no me iré de tu alma mientras la mía te espera para abrazarte. Y llegará el día en que tu cuerpo vuelva y en vez de contarme tu odisea, juntarás tu pecho al mío y ambos sentiremos lo mucho que nos extrañamos. Sobrarán las palabras. Se dirá todo en silencio pues las caricias y los besos ocuparán todo el espacio. Y seremos del uno y del otro porque jamás nos separamos.
Comienzan las aves a cantarle a la vida mientras mis pensamientos reviven las caricias que con todo el sentimiento nos entregamos creando paraísos de dulzura, ternura y pasión mientras la piel desesperaba por abrirse dejando a las almas libres para hacer su danza de amor. Y te amo, así en la mente como en el pecho con la angustia de estar lejos y a la vez, sentirte. Las barreras imposibles no existen, porque siempre te llevo conmigo.
Te amo, así, tierna, dulce. Con la mirada que se esconde cuando mis ojos la absorben. Con la risa franca que a veces te da pena soltarla. Con tus modos y gestos, con el batir de las manos apoyando lo que hablas. Te quiero enojada aunque no entienda la causa, para abrazarte y besarte regalándote mi calma. Te amo y te quiero exactamente como eres, sin cambios que estropeen la pureza de tu alma, porque también, es así como me quieres aunque hayas hecho de mi otro hombre del que era. El amor todo lo puede y yo, te amo.
Me tiemblan las manos al saber de nuestro encuentro. La cantidad de caricias que en ellas guardo se desesperan por posarse alrededor de tu cuerpo, de tu cara, de tus cabellos. Enloquece el espíritu, las ansias impacientan y el calor de mi alma irradia llamas de sentimiento. Ay mi cielo, hace cuanto que te espero que quizás lo estuve haciendo desde toda la vida !!!!! Y al fin estás conmigo, justo allí, en el medio de mi pecho.
Vuelven nuestros pasos a encontrarse en el camino que la vida puso a nuestro destino. El sendero del amor nunca se acaba porque siempre deja su huella entre recuerdos y nostalgias. Y dejamos de ser un sueño cuando se cruzan los brazos enredando los cuerpos en un abrazo deseando que sea eterno, sin futuros ni pasados comenzando de nuevo, en el mismo sitio donde lo hemos dejado. Y serás mía y seré tuyo y la vida recobrará su brillo al mirarla en tus ojos y se derretirá mi alma al contacto de tu caricia queriendo devolverte ese regalo uniendo los labios en un tierno beso.
Canta la lluvia al golpear en las tejas. Catarata que no cesa de traerme recuerdos cuando en otras tormentas te acurrucabas en mi pecho por el temor que te causaban los rayos y truenos. Y mientras acariciándote te calmabas, me sentía héroe en la aventura de amarte. Es hermoso recordarte porque en vez de angustias me trae dulzuras, de tu piel, de tus labios y de esa mirada que causa mi locura. Vida mía te amo aunque una distancia nos separa.
Te he de abrazar de tal manera que quizás mis fuerzas ahoguen tu palabra. La ansiedad del beso ocupará ese silencio y cubrirán los dedos cada palmo de tu cuerpo. Te he de abrazar hasta que los pechos quieran meterse en el otro y las almas floten en el espacio aprovechando el momento para amarse y vuelva la calma a tu conciencia. Te he de abrazar de tal manera hasta que los dos seamos uno.
Siento como entra mi sentimiento en tu pecho inundándote el rostro de una hermosa sonrisa y te siento como niña al recibir mis caricias. Cuánto te amo, si tu supieras como se desvive mi alma al tenerte entre mis brazos y si no te tengo acaso, soñar como si estuvieras. Y el amor fluye, y el amor canta y los paisajes son hermosos porque los veo en tus ojos. Y la vida nos sonríe porque nos amamos.
Dame la mano, ven conmigo. Andaremos por la vida en los mejores caminos. Tu pondrás la sonrisa, yo los cuentos repetidos y ambos compartiremos las risas que nos produzcan la felicidad de lo que vivimos. No temas, la aventura nos espera. Estarán tus besos, te inundaré de cariño y las flores de los prados nos darán su bienvenida. Ten fe, estarás conmigo con el amor erguido entre nuestros espíritus y la tibia caricia que todo lo cura. Te amo mi cielo y te quiero para toda la vida.
Deseo que estés a mi lado para compartir las cosas cotidianas. Regar el jardín, asear la casa, preparar el desayuno y besarnos. Que el sol del sentimiento nos ilumine cada día sabiendo que tras la faena tus brazos encontrarán los míos para amarnos entregando toda la pasión y alegría de saber que nos tenemos. Y te amo, te amo porque eres la mejor parte de mi ser.
Son tus brazos los que aprietan mi espíritu y tu aliento me lleva a otras dimensiones. El alma vuela más allá del pensamiento y el sentimiento invade cada rincón del cuerpo. Y te deseo, aunque esté metido en ti, aunque me estés llenando de besos, aunque te invadan mis caricias, te sigo deseando porque eres la otra mitad de mi vida. Y te amo como jamás he amado porque contigo, conocí el amor.
Porque te quiero dejé mi orgullo a un lado. Me convertí en más paciente, trato de comprender más y aprendí a escuchar en vez de imponer mis ideas. Porque te quiero mi mano se hizo más sensible, mi oído más agudo, mi sentimiento más profundo. Porque te quiero comparto lo que tengo sin preocuparme de cuánto me queda porque contigo lo tengo todo. Y así, porque te quiero, has hecho de mi un hombre nuevo, distinto del que era y soy feliz con ello. Y todo esto, es gracias a ti, porque te quiero.
Las gotas de lluvia acarician la nostalgia y siento tu calor muy pegado a mi cuerpo. Momentos de amor imborrables en el alma que ahora en tu ausencia me los trae el recuerdo. Y se eriza mi piel, se secan los labios deseando esos besos que con pasión nos damos en el momento de entregar todo lo que tenemos. Y te sigo amando tras esta distancia aunque no tenga tus caricias, pero tengo tu recuerdo.
Vuelan las caricias por los cuerpos. Los besos desesperan los espíritus y las ansias de poseerse nublan la razón para darle paso a los sentimientos. Ayuda la pasión para abrir los pechos y que una ola de amor nos abrace intensamente. Y volamos, volamos por paraísos eternos envueltos en el cariño que producen nuestras almas. Y te amo y me amas y es lo más maravilloso que existe bajo este cielo.
Y cae la lluvia sobre el tejado trayendo la nostalgia el calor de tu cuerpo, la dulzura en tu mirada, la caricia cálida que como magia, brota de tus manos. Quieren los cielos traerte a mi lado poniéndote en la angustia de pensarte. Y así es como te quiero a través de la distancia, con la música del agua trayéndome tu recuerdo y estas ansias infinitas de tenerte entre mis brazos.
Trae la nostalgia el calor de tus caricias. Se extienden mis brazos queriendo atraparte y el sueño de tu presencia se desvanece en el aire. Busco en cada rincón una pizca de tu perfume y de alguna manera, el oído trata de escucharte. La locura de amarte desorienta mis sentidos mientras te sigo buscando entre fantasías y realidades. La ansiedad de mi ser no resiste tanto amor que tengo para darte.
Quiero tu amor, tu cuerpo, tu belleza. Quiero tus suspiros, tus gemidos y el grito que escondes en la almohada. Quiero oír tu placer al sentirte amada y que me devuelvas en caricias el desespero que te causo. Quiero recorrer tu espalda con mis dos manos y llenar tu pecho de besos y también en la garganta. Quiero decirte que te amo en el momento más intenso y que te entregues a mi alma como yo a ti me entrego. Quiero tenerte mi amada para que completes mi cuerpo, para que llenes mis ansias y para que sintamos en los corazones este amor que nos tenemos.
Porque te amo dejé los sueños a un lado para que solo tu ocupes ese espacio y te fundas en mi entre caricias y besos, entre palabras de cariño, entre profundos silencios donde solo hablan las almas. Porque te amo dejé el hambre de lado para saborear tus labios y conocer el gusto de tu cuerpo. Y también, por el amor que por ti siento me olvidé de mí para entregarte lo que tengo. Y todo, porque te amo.
Estás en mi. El calor del sentimiento llega hasta donde la vida te depare. Es mucho lo que te quiero y esta locura de amarte tiene que llegarte a donde te encuentres. Las ansias de tenerte, el desespero de abrazarte. Los sueños de besarte o de compartir un paseo por el parque. Sentir tus caricias, entregarte mi cariño, tiene el Universo el poder de acercarte. No son en vano mis sueños porque algún día estarás entre mis brazos.
Vuelo en la inmensidad de tu cariño y se me hacen pocas las caricias para darte. No solo con las manos sino con una flor puesta al desayuno, un beso al levantarte u ofrecerte mi brazo para andar el mismo camino. Hay sentimientos muy profundos difíciles de demostrarse que no alcanzan los cuerpos ni las acciones ni los detalles porque están metidos mucho más hondo que en los espíritus. Son parte de la sangre, de la conciencia o de la locura y por eso, mi dulce amada, solo puedo decirte que te amo y me sale desde más allá del alma. Daniel Valdman
La gente en la calle se contagia de mi sonrisa. Los allegados me preguntan qué es lo que me pasa y les respondo que la mujer que amo, me ama y soy feliz por ello. Se apoderan de mi júbilo, felicitan mi sentimiento y quieren ser partícipes de este hermoso suceso brindando con su alegría por la felicidad que tengo. Y así mi vida te lo cuento para que veas y sientas el poder de tu cariño que enloquece mis sentidos contagiando al mundo de amor.
Tengo hambre de tus labios, de tus caricias, de tus besos. Tengo hambre de tu cuerpo, de tu sonrisa, de tu palabra. Tengo hambre de tu voz, de tu silencio, de tu mirada. Pero sobre todo, tengo hambre de tu alma porque te amo.
Encontré tu sentimiento cabizbajo y alicaído. Será que mi cariño no alcanza para alegrarlo? Quizás necesite un abrazo para sacarlo de ese estado que me duele en el alma de tanto que te quiero. Quizás necesite el aliento en las palabras de un te amo o quizás una fuerte mano que te apriete el hombro diciéndote que estoy contigo. Quizás necesite un beso, fuerte y apasionado o simplemente otra mano que te regale la caricia. No estás sola mi vida, mi alma en tu pecho te cuida.
Vuela tu caricia a anidarse en mi cuerpo dándome el calor que mi alma necesita. Qué hermoso es el amor, qué grande tu cariño, para gritar que te quiero y correr como un niño repartiendo la felicidad que tu corazón me regala. Cómo te siento mi amada que con solo pensarte se me estruja el alma y se eriza la piel de tanto sentimiento. Y por eso, duele la distancia, porque en ella, solo te tengo en mi pensamiento.
Una sola rosa tendré en mi mano para que la aprietes entre las tuyas y la apoyes en tu pecho. No es una cortesía ni tampoco un regalo. Es todo el sentimiento que llevo muy dentro y que lo pongo a tu cuidado. No es una flor, es toda mi alma que en forma de corazón se lo brindo a mi amada. Tenla, consérvala. No dejes que se marchite. Riégala con cariño porque es muy sensible y lo único que sabe es amarte.
Te quiero así, completo, con mis errores y aciertos y aún sigo aprendiendo porque me vas enseñando la mejor manera de quererte. En cada caricia, en cada beso y hasta en las rencillas que de vez en cuando vamos teniendo. Te quiero con la locura y con los sueños. Con toda la pasión y el cariño, y con la angustia de tenerte que me duele en el pecho. Te quiero como eres y de como te quiero, jamás me arrepiento.