miércoles, 30 de septiembre de 2020

Madrugada



Los rios de gentes
se apaciguan en la noche
y los mares de bulla
se someten al silencio.
Reina la paz
mientras las mentes descansan
y el músculo quieto
recupera el aliento
para gastarse al iniciar 
otra jornada.
Y a esta hora tan temprana,
plagada de intensa calma,
pienso en ti sin extrañarte
porque te siento latir en mi alma
mientras un cariño infinito
te proteje y ampara
con la caricia que te brindo
en estos versos de madrugada.
Daniel Valdman