en la húmeda mañana
tras pasar la noche plagada
de intensas lluvias y tormentas.
Los campos dan las gracias
al recibir los vendavales
y se llenan de verdes florales
decorando así la tierra sedienta.
Tendremos buenas cosechas,
se escucharon las oraciones
pidiendo aguas y clemencias
para no pasar sequías extensas
y que los frutos crezcan
para saciar nuestras hambres.
Están contentos los animales
como si también hubieran rogado
viendo venir pronto el pasto,
alimento natural de las bestias.
Vacas, caballos y ovejas,
hasta las gallinas cacarean
de felices y contentas
porque ha llegado a la tierra
unas gotas más de vida.
Daniel Valdman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario