entre mis manos
dejándome navegar
por la pureza de tu alma
creciendo en mi
un sentimiento inexplicable
de amor, de paz, de calma.
No hay gesto que diga nada;
solo tus ojos y esa dulce mirada
que me hace esclavo
de tan infinita belleza.
No son tus rasgos
ni tus labios ni tu cara.
Es lo que siento
al tenerte entre mis manos
y el aluvión de ternura
que me obliga a no soltarte.
No es necesario decir nada.
Lo que siento es inexplicable
y por ello te pido disculpas
pues no tengo palabras
para contarte
lo que puedes ver en mis ojos
mientras tu rostro
tengo entre mis manos.
Daniel Valdman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario