van trayendo recuerdos
que se marchitan en los otoños
que han cruzado la vida.
Angustias, tristezas, alegrías
y tantos olvidos a falta de memoria.
Aparecen rostros inimaginados
que alguna vez fueron compañía
y sucesos que en su momento
pasaron inadvertidos.
Juegos de la mente
o quizás de los años
que en las hojas del calendario
han perdido su fecha.
Es la hora de la inocencia
en que todo se mezcla
y queda lejos el presente.
Trae el Sol un nuevo día.
Las flores en su rutina
se van abriendo mostrando su belleza
y el paseo por el jardín
cubre el rostro con una sonrisa
como devolviendo la energía
que regala la Naturaleza.
Y es el último camino de la vida
que quizás queremos recordarlo.
Daniel Valdman.
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