la inspiración que cambia
tragedias por sonrisas
para enfrentar mejor la vida
que aturde y no calla.
Y me encuentro con tu caricia
que sin decir nada
regala todas las respuestas
que mi espíritu busca.
Una mano en el hombro,
un desliz en la mejilla,
una tibia sonrisa
de cariño y simpatía
y unos ojos audaces
invitándome al abrazo.
Y se torna transparente y claro
el universo con sus maravillas
descubiertas por ti
ante el tropel de mis angustias
convirtiendo las flores mustias
en jardines de alegría.
No hay mas remedio
que mi musa preferida
pues nunca faltas en mi pensamiento
cuando la inspiración no inspira
y tu canto de amor
me llena el alma de cariño.
Daniel Valdman.
Quisiera ser esa musa.
ResponderEliminarMe encantaría ser esa Musa
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