alborotándome el sueño
que necesita mi descanso.
Pensamientos traviesos
que no puedo conciliarlos
para que se queden quietos
dejando a la mente en blanco.
Y recurro al mar
que otrora he visitado
pidiéndole el favor a las olas
que con su murmullo me arrullen.
Pero no me alcanza a estas horas,
cuando ya despunta el alba
y el hervor del café me llama
para acompañarme en este insomnio.
Ay, noche celosa de otros sueños,
tan oscura y sin estrellas
como prediciendo la tormenta
que de mi mente va a los cielos.
Y aquí, entre café cigarrillos y versos
busco el motivo que me mantiene despierto
sin saber aún lo que quiere mi conciencia.
Noche tímida y celosa
sin quererse estar sola
buscando el amparo del poeta.
Daniel Valdman
No hay comentarios:
Publicar un comentario