en cada beso una semilla,
en cada palabra una caricia
que sin tocarla,
llega hasta el alma.
En el corazón,
la pasión de amarte
agradeciendo a la vida
el encontrarte.
Y ya, vencido por tus encantos,
sometiéndome de estar enamorado,
no puedo más que confesarte
lo mucho que te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario