sus frutos
dejando que en la tierra
germinen.
Así, el árbol del sentimiento
va creciendo
abonado por nuestro cariño.
Estira sus ramas
con cada caricia
y se llena de flores
con cada mirada.
Un beso, una palabra
y se inundan las almas
de todos los frutos.
Y es así como te veo,
naturaleza pura.
Salvaje como ninguna
y dulce como la fruta.
Y en este enjambre de locura
es así como te quiero.
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