persiguiendo distintas emociones
moldeando almas, endureciendo corazones
y por mas que en ella se avanza,
seguimos tropezando
en los mismos errores.
No somos honestos
con nosotros mismos
y a los demás exigimos
lo que negamos dar.
No es falta de voluntad.
Estamos cansados de mentirnos.
Es el temor de encontrar
que no logramos nuestros objetivos.
Los ojos de los demás
no pueden ver lo que sentimos.
Vivamos para la vida
que para ello hemos nacido
Daniel Valdman
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