montados en las nubes
los anhelos que mis sueños
fecundan en las ansias.
Deseos de llegar
a donde reine la calma
y esfumen las angustias
con tan solo una palabra
que por arte de magia
traiga paz a mi espíritu.
Inquieto, aventurero.
De todos los lugares pionero
maravillando a la mirada
al descubrir mundos nuevos
en cada rincon del paisaje.
No conozco mi destino
y sigo recorriendo caminos
para saber dónde lo encuentro.
Puede ser en un sueño
o en una piedra perdida.
En un árbol, en una flor
o en la alegría del perro
que sin quererlo,
viene conmigo.
De qué sirve el cerebro
si no tiene fantasía
creando cada día
un maravilloso cuento.
Y así sigue mi historia
sin final que la termine.
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