Cómo no amarte
si la paz renace
cuando estoy en tus brazos.
El poder de tus caricias
borra las heridas
del quehacer cotidiano
y trae calma al espíritu.
Eres el oasis
en mi mente atribulada
por millones de causas
que ni yo comprendo.
Por eso, estoy aquí,
pensando en ti,
regando el jardín
de nuestro romance
con unos simples versos
que brotan desde el pecho
solamente para decirte
lo mucho que te amo.
Daniel Valdman
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