luz que mantiene abierta la esperanza
de querer y ser queridos sin presunciones,
sin reproches ni cargos de conciencia.
Que nos acepta como somos
y que a la vez, mejora nuestra persona.
Que nos abre al humanismo
y nos hace sensibles a la naturaleza.
El amor, fuente de gracia y respeto
por todo aquello que produce el sentimiento.
Amemos y dejemonos amar
e iluminemos todo el universo
con esa energía que llevamos dentro
y que tanto miedo nos produce demostrarlo.
Qué tiene de malo decir un te quiero?
O en vez de extender la mano
cambiar el gesto por un abrazo?
Cuánto cariño necesita el mundo
y nosotros, los humanos, se lo negamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario