Despertar

Despierta el Sol
cuando brilla tu sonrisa

pues todo se ilumina

entre las tinieblas de mi mente.

No hay palabras que dibujen

el calor de tu silencio

cuando me miras con cariño

y nos juntamos en un beso

dándonos los buenos días

tras una noche de sueños.

No hay luz que ilumine tanto

ni alegría más grande

que al juntarnos en un abrazo

compartimos los espíritus

hambrientos de sentimiento.

Y es así como inicio la vida,

trayéndote el te al lecho

cuando aún semi dormida

me regalas tu sonrisa

que en mi alma, todo ilumina.

Daniel Valdman.

Girasoles

Vuelvo a la vida
contemplando los girasoles

como se despiertan al alba

estirando sus pétalos

cual si fueran alas

orientándose al oriente

donde el Sol se hará presente

y saludarán al día

acompañando al astro en su recorrido.

Lo verán a cada hora

como testigos del tiempo

estirando los pétalos

como para querer alcanzarlo.

Pero el astro está muy lejos

y llegar a él es un sueño

que a cada segundo persiguen

hasta la hora del ocaso.

Si, y esa es mi vida,

un largo camino persiguiendo sueños

y si dejo de soñar

estaré matando el motivo

de toda mi existencia.

Daniel Valdman.

Tristeza

Quisiera escribir

pero las vueltas del mundo

me marean.

Quisiera hablar del amor,

de la paz, de lo bello que es el sol,

pero hasta el clima me atormenta.

Nubes oscuras transitan por mi mente

sintiendo que la lluvia 

son gotas de mis lágrimas.

Mi alma está apenada, 

no es la herencia conque sueño 

de poder entregar 

una semilla de ensueño

para que la felicidad 

se aspire por los poros.

Estoy triste

y no puedo luchar contra ello.

No alcanzan mis anhelos

para vencer a las balas, 

a las mentiras que se proclaman 

para la ambición de los gobiernos

ni a la comida por desespero

que claman tantas almas.

El hambre se convirtió en negocio

y la corrupción no le da la espalda.

En vez de tener una espada

quisiera la varita mágica

que cambie todas las reglas.

Que la franqueza sea la reina

y el amor, la esperanza.

Pero mi alma está triste

porque el mundo no cambia.

Daniel Valdman.

Gog y Magog

Surcan los cielos centellantes

los ataques y defensas triviales

que alguna vez fueron potencias

de culturas,  sabiduría,  fe

y conocimientos ancestrales.

Quién tiene razón, nadie lo sabe

si el que ataca o el que defiende

aunque las causas sean iguales.

Se cuentan los caídos en combate

pero se tienen al margen

a los niños, ancianos, abuelos y madres

que desarmados solo pretenden

sobrevivir a esas voluntades

que desean destruir todo

lo que tengan a su alcance.

Cómo se superan los estallidos tenebrosos

teniendo solo las manos vacías

para implorar y construir lo caído

y quién será vencedor o vencido

si ambos pierden bajo las mismas balas.

Huye la gente atemorizada

dejando atrás sus sueños, sus ansias

y gran parte de su historia

que con ella, también dejan su alma.

Sabrá dar el tiempo su juicio

mientras los que quedamos seremos testigos 

de una hoja nueva que comienza a escribirse.

Daniel Valdman.

Café

El café humea
confundiendo su vapor
con el humo del tabaco.

Y entre esos aires viciados,

vuelan las ideas

mezcladas con recuerdos.

Viajan los pensamientos

en anécdotas del pasado

interrogándose el por qué

no se obró de tal o cual manera

perdiendo oportunidades nuevas

o escondiéndolas tras silencios.

Por qué no he hablado

o por qué no dije algo

y quedó la intriga en el pasado

que hoy entre café y cigarro

me está enjuiciando.

Imposible saber

como me hubiera sido la vida

al haber actuado distinto

con el tiempo transcurrido

para mi y los otros personajes.

Cómo para todos sería distinto

al igual que para mi

que sigo volando en sueños.

Daniel Valdman. 

Flor

Van cayendo los pétalos
de la flor que fue muy bella
como dejando una huella
para los capullos que serán el futuro

como dejando una herencia

para no repetir su historia

creando flores más bellas.

Y serán los campos y jardines

testigos de los tiempos

en que las estaciones

tendrán colores distintos,

violetas, rojos, amarillos

que se convertirán en semillas o frutos

para alimentar la naturaleza.

Tendría que ser así

para todos los humanos

criando hijos tomados de las manos

los buenos caminos enseñando

para que sean los mejores frutos.

No todos aprenderán

de los milagros que da la vida.

Tan solo una caricia

que habrá tantos que no reciban

y se perderán en el mundo 

de la codicia

mientras lloren los ángeles 

desde el cielo.

Daniel Valdman 

Abismo

No importan los motivos
ni los ideales ni las conciencias.
Tampoco las creencias
mucho menos los poderíos.

El mundo cae en un abismo

tratando cada uno 

de imponer sus reglas.

Desde los cielos se imponen los ataques

y desde los cielos las defensas.

No importa lo que caiga en la tierra,

todo sirve para los combates.

Y la humanidad plena

tratando de salvarse,

va cruzando las fronteras

tratando de hallar 

la paz que no existe.

Todo el mundo involucrado,

país contra país,

hermano contra hermano

con fusiles en las manos

o con hachas o con machetes.

La violencia es la de siempre

pero el campo de batalla

cada vez es más grande.

Quién pudiera fabricar el arma

que siembre sentimiento en las almas

y que esparzan semillas en vez de balas

dejando de estar 

las manos ensangrentadas

y se puedan saludar cálidamente

los que hoy son enemigos

sin justificaciones ni motivos

simplemente, por ser humanos.

Daniel Valdman.

Locura

Descansa la inspiración,

no se quiere hacer notar

como si no tuviera qué decir,

alguna cosa que contar.

Las inclemencias de la vida

cambian mucho las circunstancias,

de lo que era urgente,

ya hay algo más importante

y quedan las letras pendientes

flotando por los aires

sin encontrar el justo momento

de realizar el verso

o la prosa que todo invade

y compartir con la pluma

el instante saludable

en que se descarga el alma

entre fantasías, sueños o sentimientos.

Se oculta la inspiración 

sin que nada la sustituya

porque la realidad es muy dura

y no hay manera de someterla.

Ni la poesía más bella

que mi mente busca

pues la tranquilidad de la conciencia

se ha perdido con las musas

sin poderlas encontrar

al esconderse tras la locura.

Daniel Valdman 

Era

Suena el bastón
estremeciendo la madera

y cada golpeteo muestra

que existen soplos de vida.

Que hay sueños todavía

y obras por crear.

Paredes que decorar

y cuadros en paredes para admirar.

Suena el bastón

estremeciendo la madera.

Alguien que va y vuelve

ejerciendo su rutina

poniéndole ganas a la vida

venciendo las circunstancias del tiempo.

Cruel es la medición del tiempo

haciendo mella en la juventud del espíritu

que se desespera por decir que está vivo

aunque la crueldad del tiempo

justifique sus achaques

y le prohíba crear como antes

cuando los pasos eran firmes

y sin tener las manos temblorosas.

Suena el bastón

estremeciendo la madera

creando una era nueva

de lo que resta por historia.

Daniel Valdman.

Esperanzas

Avanza el día
montado en esperanzas
de lo que se logre hoy
servirá para mañana
poniéndole coraje,
voluntad y audacia
convirtiendo los sueños,
borrando nostalgias
haciendo nueva historia
creciendo con palabras
que dibujan ideas
llevadas a la creación
de nuevas aventuras
entre cuentos y poemas,
sometiendo a las penas
a sonrisas de cariño,
de amor y caricias
que hagan crecer el alma
de este pintor con letras
en los cuadros que aparezcan
coloreando la vida.
Daniel Valdman.

Rocío

Cae en la mañana fresca
el rocío que decora
las plantas y las flores.

Diamantes de colores

cuelgan de los tallos

creando un especial paisaje

antes de que el Sol despierte.

No te invito a que lo veas

mi princesa durmiente,

que más color tendrán tus sueños 

de los que puedo ofrecerte.

Aunque las margaritas presumidas

me acusan de egoísta

y las púrpuras rosas

conmigo se enojan,

no soy capaz de invadir

tus mágicas fantasías.

Estará el jardín igual

cuando recién despiertes  

aunque solo faltarán

las joyas del rocío

pero con gala mayor 

estarán tus ojos

vistiendo con ternura

las plantas y las flores.

Daniel Valdman.

Fantasmas

Se mueven los fantasmas en el cuarto
al compas de la danza de la vela.

Se disfrazan de sombras y no los espanto

pues me ayudan a escribir el imaginario

mundo de fantasías y  aventuras.

Bajo mis ojos, la hoja en blanco

esperando respuesta a mis preguntas

que bailan y se enredan solas

sin ritmo y sin música.

La batuta en la pluma

marca giros inesperados

mientras el concierto retumba

en sonidos atrapados

que solo mi mente escucha.

Y el cuarto sigue a oscuras

invadido por las sombras

que aparecen y desaparecen

según se mueva la vela

y la danza que se crea

busca la música de mi locura.

No, no estoy solo,

todos los fantasmas me acompañan.

Daniel Valdman.

Hoy

Es hoy, no es mañana

porque puliré la madera

para hacer una banca eterna

disfrutando de la obra

en el futuro de unas horas

cuando el reloj ya cambie

y otro día comience.

Es hoy que gastaré la energía

creando en este nuevo día

la realidad de mis sueños.

Porque el mañana se viene encima

y el tiempo no regresa

y aprovecho el hoy

porque quizás mañana llueva

y se me mojen las intenciones

de crear una cosa nueva

que les sirva a las generaciones

que tras de mi aparezcan.

Es hoy, no es mañana

que le agregaré voluntad

a cada minuto de mi historia

cargándolo de la experiencia

con lo que aprendí ayer

porque del ayer,

hoy es el mañana.

Y por eso el día es hoy

y mañana, será otro día.

Daniel Valdman.

Luna

Continuaron las nubes su recorrido
despejando los cielos tras su paso
obsequiando el impresionante espectáculo
de la Luna con su máximo brillo.

Negro azulado el firmamento

con puntitos blancos apenas visibles

pues la luz radiante de este astro

ocupa todo el espacio

que le es posible.

Cuántos secretos guardará su blancura.

De cuantas promesas será testigo.

Cuántas veces se habrá regalado

entre corazones ardientes de cariño.

Los cielos hoy son impresionantes.

Nunca vi tanta negrura

haciéndole telón a la Luna

como el más importante personaje.

Descansan los sueños ante tal paisaje,

obnubilada la mente ofreciendo su respeto

en un sordo y profundo silencio

para no entorpecer tan magnífico momento

en que la Luna y yo 

creamos un romance.

Daniel Valdman.

 

Sueños

La ventana entreabierta

deja entrar a los espíritus de la noche,

los que fabrican los sueños

que se descargan en la almohada.

Rostros que no se identifican,

situaciones que no se detallan

o sucesos que nunca se hayan vivido.

Y en el amanecer, 

cuando el cuerpo se despabila,

se sabe que algo se ha soñado

pero que se ha perdido 

en la espiral de la memoria.

Cuesta volver a lo cotidiano

sabiendo que entre sábanas

otra vida ha quedado.

Cómo se podrá saber

lo que nos deja intrigados

que con los ojos cerrados

flotando entre fantasías

la conciencia intranquila

nos llevó a otros mundos?

Y despierta el cuerpo cansado

como si todo ese tiempo

se hubiera trabajado

haciendo del despertar algo pesado

aunque con intenciones de saber

el final de esas historias.

Daniel Valdman.